Cerrar puertas se convierte en imprescindible cuando el presente no avanza. El estancamiento a menudo se produce por aferrarse a un pasado que todavía sigue abierto en nuestros corazones.
Cerrar puertas es como limpiar un armario lleno de ropa que ya no nos pondremos ni le daremos ningún uso. Si esa ropa ya no sirve y la acumulas, llegará un momento en el que el armario quedará tan lleno de prendas inservibles, que no habrá espacio para las nuevas que sí nos aportarán cosas positivas.
Reflexiona, dedica tiempo a “dejar ir”, a aceptar lo que no pudo ser y no se olvidó. Vacía tus cargas y deja hueco para lo nuevo que está por llegar. El pasado es historia, sirve para tomar aprendizaje, pero jamás dejes que te estanque, porque el “ahora” no tiene nada que ver con el “ayer”.
"Las personas cambian, evolucionan, aprenden de los errores y cada tiempo nuevo que tienes por delante es una oportunidad para el desarrollo, para ser quien quieras ser y no necesariamente quien fuiste ayer."
¿Por qué nos aferramos al dolor pasado?
La mente subconsciente hace esta tarea, trata de que te aferres al dolor pasado. Te arrastra a que recuerdes una y otra vez situaciones que no fueron favorables, creándote así inactividad. Te hace pensar que si en el pasado te fue mal no merece la pena volverlo a intentar porque volverá a pasar lo mismo.
Tu parte racional puede ganarle la batalla a esos pensamientos negativos. Debes saber, que pasara lo que pasara en tu pasado, no tiene nada que ver con lo que está por llegar. A veces es cuestión de suerte, otras de que tomamos acciones equivocadas, pero ahora en el presente, con todo lo que hemos aprendido, con más madurez a nuestras espaldas, todo puede tomar un nuevo rumbo.
Muchas veces la falta de fuerza de voluntad mantiene a la persona sumida en el lamento y recuerdos pasados, porque es más cómodo y fácil revolcarse en la melancolía, que ponerse en marcha y hacer algo para abrir nuevas puertas. El miedo a reencontrarnos con experiencias que nos han afectado en el pasado nos impide seguir avanzando. De hecho, un refrán (bastante desacertado) español lo ejemplifica muy bien: “vale más malo conocido que bueno por conocer”. Aquí observamos el miedo que tenemos a descubrir algo maravilloso sólo por el miedo al cambio y no encontrar lo que deseamos.
4 consejos para cerrar puertas y empezar de nuevo.
Si estás dispuesto a limpiar el armario de prendas que no van a aportar nada positivo y dar cabida a lo nuevo que está por llegar tienes que convertirte en un ser “creador”. El que se sienta y no hace nada, no avanzará. Para cerrar puertas tienes que levantarte y salir a abrir nuevas oportunidades.
1. Dejar ir con amor.
Para poder cerrar puertas de una manera saludable, sin efectos secundarios, debemos dejar atrás el rencor, odio, culpabilidades, etc… Para ello, debemos interiormente, decir adiós con afecto, sin resentimiento, cerrando el ciclo con aceptación, de una manera amistosa.
Hay casos muy negativos que nos cuenta mucho perdonar, y de este modo, llevamos una ira dentro tan intensa que nos impide cerrar una puerta. Si nos cuenta tanto perdonar, entonces es mejor enfocarlo desde el aprendizaje. ¿Qué podemos aprender de la situación negativa? De todo, si nos lo proponemos, podemos evolucionar.
Cada caso es único y personal, cada uno debe buscar un argumento favorable para poder dejar una etapa con calma y aceptación. Pensar algo como: “así es la vida, me tocó esa mala experiencia, pero ahora con todo lo que aprendí, mi vida va a dar un cambio positivo”. Trata de darle un enfoque donde no exista el resentimiento, las culpas, odios, rencores, etc…
"Cuando termines de decir adiós interiormente no debes sentir emociones negativas. Si lo has hecho bien, sentirás calma, esperanza y ganas de comenzar nuevas experiencias."
Debes cerrar puertas, concluir esa etapa de la mejor manera posible y sigue hacia adelante, porque en todo camino nuevo hay cosas buenas por descubrir, incluso mejores que las que quedaron atrás.
2. Perseguir una meta.
¿Qué quiero? ¿Qué voy a hacer para conseguirlo? Reflexiona sobre cuáles son tus metas, qué cosas te motivan y te aportan alegría. Ponte un objetivo y ves a por él. Cuando estás activo, automáticamente la mente va dejando a un lado el pasado, para dar cabida a las nuevas experiencias.
Cada vez que te encuentres en la inactividad lamentándote por el pasado, trata de cambiar lo que tienes en la mente, sustituye los recuerdos melancólicos por mirar hacia adelante, y pensar en qué acciones vas a emprender para conseguir tu meta y empezar a ser el creador de tu nueva vida.
Deja el pasado atrás y sigue caminando hacia adelante, el mundo nos ofrece infinidad de opciones y caminos. Nada ni nadie es insustituible porque el mundo es tan grande que siempre puedes volver a empezar, ya sea una nueva relación, un nuevo trabajo, nuevas amistades, etc..
Por mucho que tu mente subconsciente te quiera engañar haciéndote pensar que “no encontrarás nada igual que lo que tuviste y perdiste” es totalmente erróneo. Lo que pasa es que no vemos más allá de la vuelta de la esquina porque nos resistimos a ampliar horizontes.
Si tienes la valentía de abrirte a lo nuevo, enseguida verás las nuevas posibilidades y la cantidad de opciones que hay para volver a empezar.
3. No esperes que alguien te saque de tu problema.
Hay quienes esperan a que venga alguien y solucione sus problemas. Eso no suele suceder. No podemos culpar a nadie de lo que pasa en nuestra vida. Esperar cosas de los demás puede crear una frustración que aumentará los problemas.
Cada cual es el responsable de su vida, y es uno mismo el que debe hacer algo para ayudarse. La independencia es importante para seguir adelante. Una cosa es recibir cariño y apoyo de los demás, pero el mayor trabajo para salir de los problemas lo debe hacer uno mismo y no esperar que nos lo solucionen otros.
En caso de vernos demasiado superados por la situación y llevar bastante tiempo en este estado, lo mejor será acudir a un profesional de la psicología. Un psicólogo nos podrá orientar, ayudar y proporcionarnos las mejores herramientas para dejar atrás un pasado que sólo nos sirve como lastre y no nos deja avanzar. Un ejemplo de terapia es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC).
Con respecto a la TCC, añadir que se trata de una forma de intervención muy extendida en el presente. Y como se puede leer en el estudio de Fullana, Fernández de la Cruz, Balbuena y Toro (2012), es una terapia con una alta efectividad.
4. Hacer algo nuevo que no hacías cuando estabas en la otra etapa.
Cuando insertamos algo nuevo en nuestra vida la mente necesita un nuevo espacio para esa nueva etapa y borra un poco de lo pasado. Esto quiere decir que si haces algo que no hacías cuando estabas en la otra etapa podrás olvidarlo todo mejor.
Hay cientos de cosas nuevas por hacer. Practicar deporte, llevar a cabo hobbies, apuntarse a excursiones, salidas, visitar sitios nuevos, viajar, cursos, nuevos aprendizajes, etc… incluso conocer a gente nueva aún teniendo amistades. Si haces cosas nuevas, olvidarás antes las etapas dolorosas pasadas.
Por el camino todos encontraremos cosas agradables, pero también espinas dolorosas. Si aún encontrándonos cosas negativas por el camino somos capaces de seguir caminando hacia adelante, saldremos airosos de los problemas.
Nunca te detengas en tu camino, por muchas espinas que te encuentres. Levántate las veces que haga falta y sigue adelante. Sigue acumulando nuevas experiencias, que harán que todas las heridas pasadas vayan curando. Cerrar puertas para quitarnos ese peso que llevamos a cuestas. Cerrar etapas, para dar la bienvenida a lo nuevo que está por llegar.